Este blog nace de uno de mis proyectos fotográficos. La idea fue dar voz a personas seropositivas para que pudieran combatir, con su testimonio, una serie de estereotipos sobre el valor de la vida después del diagnóstico.

Las fotos que acompañan sus relatos no pretenden tener una función didascàlica.

Sin embargo, admito que a lo largo del recorrido el lado emotivo ha tomado ventaja sobre el artístico.

Quisiera que al final de la lectura de este blog emergiera el inmenso valor de estas personas, su coraje para vivir una vida "normal", como normal puede ser la vida de cada uno de nosotros: la suma de una sucesión de días, algunos más felices que otros.

Quiero agradecer a todas estas personas su paciencia y humanidad así como el haberme permitido entrar, aunque fuese por poco tiempo, en sus vidas.


7.18.2010

Mi compañero invisible



Era el año 1985, en esas fechas mi vida transcurría entre Ibiza y Zürich, feliz , recién enamorada.
Empecé a oír de diferentes personas de mi entorno, que ,  enfermaban o morían.
Decidí hacerme la prueba de VIH. Cómo ya me mentalizaba – siempre intento tener un plan B-
deque  el test iba a salir positivo, cómo efectivamente salió, pues no recuerdo con especial trauma como fue cuando me dieron el resultado.
Tuve la gran suerte, como mencioné antes, de que tenía a mi amor al lado y eso te da fuerzas.
Pude comunicarle mi seropotividad sin tapujos y también me ayudó a poder aceptarlo con normalidad. También tuve la gran suerte que no padecí ninguna enfermedad oportunista, lo cual no me era un lastre ser VIH+.
Puede parecer idílico e irreal, pero lo único que me ha lastrado ser positiva, ha sido tal vez la posibilidad de ser madre, entonces no había tantos medicamentos y las opciones de que el bebe fuese positivo alto, para mi demasiado alto….
Con las amistades y siguientes relaciones, tampoco fue especialmente duro comunicarlo, yo hablo de todo con toda normalidad, y este era un tema más. Tal vez con las relacionesfue un poco más desagradable y con más dudas el comunicarle mi +, pero tuve la suerte de que me conocieron a mí primero y luego  a mi virus, este acompañante indeseado.

Además , no tuve como mucha otras personas VIH+, la necesidad imperante de comunicar mi seropotividad. ¿ Porqué? Mi problema  no tenía que ser un hándicap a la hora de entablar una nueva relación,  y si lo hacía, seguro que saldrían corriendo. 
No he puesto a nadie en peligro y por ello puedo dormir tranquila, pero tampoco me siento responsable de la seguridad de los otros. Habiendo la información que hay, cada uno de nosotros tiene que buscar su propia seguridad y ser responsable sus actos
Actualmente con casi 52 años, he aceptado y aprendido a vivir con él , mi compañero invisible veo que he tenido mucha suerte y si bien no ha sido un camino de rosas, pues después de tanto medicamento, tengo todos los efectos nocivos que ellos pueden dar, sigo viva, y lo que ahora es mi lucha,  que mi carácter optimista , no me abandone. 





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